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Desmentimos las mentiras de CCOO y UGT en El Corte Inglés

Archivar para el mes “marzo, 2012”

#cosasquenocreanempleos

Vivimos tiempos extraños en los que todos los cimientos de la sociedad actual comienzan a desmoronarse poco a poco y andamos como pollo sin cabeza buscando una solución o esperando sentados a que todo vuelva a ser como antes. ¡Despierten! Suelten el mando del televisor y abran los ojos por Dios bendito. ¡Los tiempos pasados no volverán! Ahora si podemos suspirar con la lágrima asomándo por nuestro ojo derecho murmurando que cualquier tiempo pasado fue mejor…

Vivimos en la incertidumbre de saber como acabará este cuento para no dormir. Las cifras del paro siguen aumentando, los sindicatos de clase nos empujan a una huelga general que no servirá de nada. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. ¿Dos? vamos a por el cuarto tropiezo de los últimos años en lo que a huelgas generales se refiere y, creo que no se trata de una opinión sin referentes, los números indican que no solo no se han solucionado los problemas que se pretendían sino que han aumentado los españoles sin puesto de trabajo.

Tenemos serios problemas para mantenernos en Europa, parece que somos de los nominados para abandonar la casa si esto continua por los mismos derroteros.  Ya hay 5.000.000 de personas sentadas en sus casas sin producir y generar riqueza para nuestro país. Una huelga general que haga crecer esa cifra durante la jornada del 29 de marzo no parece lo más apropiado ¿no creen?

Un 0,7 del PIB perdimos, ni más ni menos, en la del 29S. Para seguir perdiendo estamos caballeros…

No se vosotros pero yo estoy harta de los recortes de unos y las rabietas de otros. Ni la reforma laboral ni la huelga general. Quieren arreglar la situación actual con las soluciones de problemas añejos. Quizá en las épocas boyantes con una huelga se podía «tocar las narices al personal», tal y como están las cosas creo que volveremos nosotros a ser los perjudicados. Ellos seguirán llevando rolex y comiendo en restaurantes caros, pero quizá al día siguiente seamos informados de que tenemos un nuevo puesto de trabajo… en el sofá de nuestro salón.

Organizar el 29M le cuesta dinero al contribuyente

Los sindicatos ensayan hoy para la huelga general del próximo 29 de marzo contra la reforma laboral mientras la cifra de parados en nuestro país no para de crecer. Las centrales se empeñan en rechazar una reforma laboral diseñada para crear empleo a largo plazo, y su oposición frontal a las medidas del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy es la más inmediata que ha sufrido ningún gobierno en nuestro país. Ni 100 días de rigor ha tenido el PP para elaborar una respuesta contundente a la crisis financiera, a pesar de que los primeros pasos dados por el gabinete popular han contado con el respaldo tanto de los mercados, como de la Comisión Europea.
Evaluado ya el impacto de una hipotética acogida del 100% de los empleados de España al paro convocado por las centrales –el 0,7% del PIB, 7.688 millones de euros, que finalmente se quedarán en unos 1.500 millones con un respaldo cercano al 20% de los empleados, según las últimas encuestas–, los primeros cálculos indican que la manifestación asociada a la huelga general precisará de una inversión de más de 100.000 euros en cada una de las grandes ciudades –Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla–.
Del bolsillo de los españoles
El coste conjunto de las protestas en las cuatro ciudades anteriores rondará, por tanto, los 400.000 euros, capital que saldrá de las suculentas subvenciones que reciben las centrales sindicales en nuestro país. En otras palabras, los impuestos de los españoles serán los que financien las manifestaciones. En total, el coste de organizar una manifestación a nivel nacional con una asistencia prevista de cerca de 500.000 personas es de unos 800.000 euros.
Lo más caro de una manifestación es alquilar un recinto, que oscila entre los 300 y los 25.000 euros al día, dependiendo de la ciudad y el tamaño del mismo. El escenario principal, por su parte, oscila entre los 6.000 y los 10.000 euros, mientras que el coste por camiseta es de un euro y se realizan unas 50.000. No obstante, esta cifra es deducible en algunas protestas, porque la organización puede cobrarlas, como fue el caso de las famosas «camisetas verdes» de Izquierda Unida (IU) en las manifestaciones por la educación en la capital de España.
Los gastos audiovisuales también disparan la factura final en cerca de 35.000 euros, mientras que las octavillas suponen unos 4.000 euros. A todo lo anterior hay que sumar la publicidad y las pancartas sindicales.
En las últimas convocatorias de protestas ligadas a la huelga general del 29 de septiembre de 2010, los sindicatos lograron convocar a 90.000 personas en Madrid, 130.000 personas en Barcelona y 100.000 en Valencia, según la Policía Nacional. Según los sindicatos, en la capital de España hubo 400.000 asistentes, mientras que la cifra rondó los 300.000 en las otras grandes ciudades.
En total, la acogida a las manifestaciones superó los 1,4 millones en todo el país, según las centrales, y apenas llegó a 500.000 personas, según la Policía.

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